Descubre las nuevas normativas CPR y su impacto en la seguridad de los cables

La nueva normativa de cables: ¿Qué novedades trae la CPR?

Si te dedicas a la electricidad, seguramente ya has oído hablar de la nueva normativa de cables. Y si no es así, ¡no te preocupes! En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber.

La normativa en cuestión se llama Construction Products Regulation, o CPR por sus siglas en inglés. Y su objetivo es mejorar la seguridad de los productos de construcción, incluyendo los cables eléctricos.

En vigor desde el 1 de julio de 2017, la CPR establece que todos los cables eléctricos que se vendan en la Unión Europea deben estar clasificados según su reacción al fuego. Y es precisamente esa clasificación lo que trae las principales novedades.

¿Qué es la clasificación según la reacción al fuego?

La clasificación según la reacción al fuego es un sistema que mide la capacidad de un material para propagar el fuego y generar humos tóxicos y opacidad. Para los cables eléctricos, esto se mide a través de la prueba de llama según la norma EN 50399.

La clasificación va de la A a la F, siendo la A la máxima categoría y la F la mínima. Y a cada categoría se le asocia una letra (s1, s2 o sin letra) que indica el nivel de emisión de humos tóxicos y opacidad.

Antes de la CPR, solo los cables utilizados en instalaciones especiales, como hospitales o aeropuertos, debían estar clasificados según la reacción al fuego. Pero ahora, todos los cables que se vendan en la UE deben estarlo.

¿Cómo afecta la nueva normativa a los cables eléctricos?

La principal consecuencia de la CPR es que los cables eléctricos deben llevar una etiqueta con su clasificación según la reacción al fuego. Y esa etiqueta debe ir acompañada de una Declaración de Prestaciones en la que se especifican las características técnicas del cable.

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Pero el cambio más significativo tiene que ver con la elección del cable en función de su aplicación. Por ejemplo, si necesitas un cable para una instalación en un edificio de pública concurrencia, deberás elegir uno clasificado como B2ca-s1a,d1,a1.

Esta información es clave porque algunos cables que antes eran aptos para determinadas aplicaciones, ahora pueden no serlo. Por ejemplo, un cable clasificado como Eca, que antes se usaba para instalaciones generales, ahora solo se puede usar en ciertos casos muy concretos.

Algunas recomendaciones

Para adaptarse a la nueva normativa, es importante estar al tanto de las clasificaciones de los cables eléctricos y elegir el cable apropiado según su aplicación.

También es importante comprobar que los cables que se compren cumplen con los requisitos de la CPR y llevar un control documental de las etiquetas y las Declaraciones de Prestaciones.

Y por supuesto, es fundamental trabajar con distribuidores y fabricantes de confianza, que garanticen la calidad y la seguridad de sus productos.

En definitiva, la nueva normativa de cables trae importantes novedades en cuanto a la clasificación según la reacción al fuego de los cables eléctricos. Y es importante estar al tanto para adaptarte a los cambios y seguir garantizando la seguridad en las instalaciones eléctricas.

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La nueva normativa de cables: ¿Qué novedades trae la CPR?

Si te dedicas a la electricidad, seguramente ya has oído hablar de la nueva normativa de cables. Y si no es así, ¡no te preocupes! En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber.

La normativa en cuestión se llama Construction Products Regulation, o CPR por sus siglas en inglés. Y su objetivo es mejorar la seguridad de los productos de construcción, incluyendo los cables eléctricos.

En vigor desde el 1 de julio de 2017, la CPR establece que todos los cables eléctricos que se vendan en la Unión Europea deben estar clasificados según su reacción al fuego. Y es precisamente esa clasificación lo que trae las principales novedades.

¿Qué es la clasificación según la reacción al fuego?

La clasificación según la reacción al fuego es un sistema que mide la capacidad de un material para propagar el fuego y generar humos tóxicos y opacidad. Para los cables eléctricos, esto se mide a través de la prueba de llama según la norma EN 50399.

La clasificación va de la A a la F, siendo la A la máxima categoría y la F la mínima. Y a cada categoría se le asocia una letra (s1, s2 o sin letra) que indica el nivel de emisión de humos tóxicos y opacidad.

Antes de la CPR, solo los cables utilizados en instalaciones especiales, como hospitales o aeropuertos, debían estar clasificados según la reacción al fuego. Pero ahora, todos los cables que se vendan en la UE deben estarlo.

¿Cómo afecta la nueva normativa a los cables eléctricos?

La principal consecuencia de la CPR es que los cables eléctricos deben llevar una etiqueta con su clasificación según la reacción al fuego. Y esa etiqueta debe ir acompañada de una Declaración de Prestaciones en la que se especifican las características técnicas del cable.

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Pero el cambio más significativo tiene que ver con la elección del cable en función de su aplicación. Por ejemplo, si necesitas un cable para una instalación en un edificio de pública concurrencia, deberás elegir uno clasificado como B2ca-s1a,d1,a1.

Esta información es clave porque algunos cables que antes eran aptos para determinadas aplicaciones, ahora pueden no serlo. Por ejemplo, un cable clasificado como Eca, que antes se usaba para instalaciones generales, ahora solo se puede usar en ciertos casos muy concretos.

Algunas recomendaciones

Para adaptarse a la nueva normativa, es importante estar al tanto de las clasificaciones de los cables eléctricos y elegir el cable apropiado según su aplicación.

También es importante comprobar que los cables que se compren cumplen con los requisitos de la CPR y llevar un control documental de las etiquetas y las Declaraciones de Prestaciones.

Y por supuesto, es fundamental trabajar con distribuidores y fabricantes de confianza, que garanticen la calidad y la seguridad de sus productos.

En definitiva, la nueva normativa de cables trae importantes novedades en cuanto a la clasificación según la reacción al fuego de los cables eléctricos. Y es importante estar al tanto para adaptarte a los cambios y seguir garantizando la seguridad en las instalaciones eléctricas.

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